Canon, uno de los fabricantes de artefactos electrónicos más grandes del mundo, ha reducido el horario de trabajo de sus empleados japoneses con un solo objetivo: que tengan más hijos.
Ante la crisis de población que atraviesa Japón, con una de las tasas de natalidad más bajas del mundo y una población cada vez más vieja, dos veces por semana Canon reduce la jornada de trabajo de sus empleados –en un país donde lo común es trabajar 12 horas diarias– y los envía a casa a las 5:30 p.m.
Hiroshi Yoshinaga, vocero de Canon, informó a CNN que la empresa tiene un programa muy fuerte para alentar los nacimientos y "enviar a los trabajadores temprano a casa para que estén con sus familias".