Los bielorrusos recuerdan en estos días los 70 años del holocausto ordenado por Stalin en el Gulag (sistema de prisión formado por unos 100 campos de trabajo), que acabó en total, con la vida de unos 800 000 católicos, entre los que se hayan numerosos mártires.
Entre agosto de 1937 y diciembre de 1938, unas diez mil personas fueron asesinadas en Bielorrusia. En la noche del 29 al 30 de octubre de ese mismo año murieron más de cien personas ultimadas por el NKVD o servicio secreto del Ministerio de Asuntos Internos.
Para recordar estas fechas, los greco-católicos realizaron una peregrinación el pasado 15 de julio a la localidad de Polatsk. En esa ocasión, el visitador apostólico de la Iglesia Greco-Católica en Bielorrusia, el Archimandrita Sergius Gajek, dijo por las víctimas del genocidio "que deseamos pedir para las almas el don del descanso eterno y para nosotros la gracias de ser testigos valientes de Cristo Resucitado en Bielorrusia".