Tras la Audiencia en la que el Papa Benedicto XVI recibió al Arzobispo de Nueva Justiniana y de Chipre, su Beatitud Chrysostomos II, ambos procedieron a la firma de una declaración común, en la cual, tocando algunos de los desafíos fundamentales del mundo de hoy, reafirman el compromiso porque católicos y ortodoxos de Chipre puedan dar testimonio que Cristo es el Señor.
“Queremos declarar en común acuerdo nuestra sincera y firma disposición, en obediencia a la voluntad de Nuestro Señor Jesucristo, en intensificar la búsqueda de la plena unidad entre todos los cristianos”, se lee al inicio de la Declaración.
Asimismo ambos manifestaron el deseo que “fieles católicos y ortodoxos de Chipre vivan fraternalmente y en la plena solidariedad fundada den la común fe en Cristo resucitado”.