El Papa Benedicto XVI envió hoy un "cordial saludo" y deseos de "serenidad y paz" a los musulmanes y exhortó a los responsables religiosos y líderes de la comunidad internacional a encontrar una salida a la "gravísima situación de inseguridad y feroz violencia" que vive Irak.
"Envío un cordial saludo a los musulmanes del mundo entero que en estos días celebran la conclusión del mes de ayuno del Ramadán. A todos deseo serenidad y paz", dijo el Santo Padre después del Ángelus en la Plaza de San Pedro.
El Pontífice agregó que sin embargo esa alegría "contrasta dramáticamente" con las noticias que provienen de Irak, "sobre la gravísima situación de inseguridad y sobre la feroz violencia a la que están expuestos muchísimos inocentes sólo porque son chiíes, suníes o cristianos".