El Papa Benedicto XVI subrayó el rol primario en la evangelización de cuantos consagran su vida al anuncio de Cristo, viviendo radicalmente el Evangelio con los votos de castidad, pobreza y obediencia, durante el rezo del Regina Coeli realizado al mediodía en la Plaza de San Pedro.
En su alocución, el Santo Padre recordó que "en este cuarto domingo de Pascua, en el que la liturgia nos presenta a Jesús como el Buen Pastor, se celebra la Jornada Mundial de Oración por la Vocaciones. En cada continente, las comunidades eclesiales invocan al Señor por numerosas y santas vocaciones al sacerdocio, a la vida consagrada y misionera; y al matrimonio cristiano y meditan sobre el tema 'Las vocaciones al servicio de la Iglesia-misión'".
Tras destacar que esta Jornada "se coloca en la perspectiva del Año Paulino, que comenzará el 28 de junio próximo para celebrar el bimilenario del nacimiento del apóstol Pablo, el misionero por excelencia", el Pontífice destacó que "en la esperanza del Apóstol de gentes, que el Señor llamó para ser 'ministro del Evangelio', vocación y misión son inseparables".