Concluida la Eucaristía por la beatificación de los Siervos de Dios Charles de Foucauld, Maria Pia Mastena y Maria Crucificada Curcio, el Papa Benedicto XVI rezó el Ángelus con miles de fieles reunidos en Plaza de San Pedro e invitó en modo particular a los laicos a buscar el Reino de Dios y ordenarlo todo según su designio de amor.
Tras recordar la celebración de la beatificación de los tres Siervos de Dios, el Santo Padre destacó el énfasis del Concilio Vaticano II en que “todos los bautizados están llamados a la perfección de la vida cristiana: sacerdotes, religiosos y laicos, cada uno según el propio carisma y la propia específica vocación”.
Haciendo referencia a la Lumen Gentium, el Pontífice recordó también que los laicos por “vocación y misión” están llamados a “buscar el Reino de Dios en el trato con las cosas temporales y ordenándolas según Dios”.