"Por este medio –prosigue– me permito aclarar, por el momento, sólo dos de las afirmaciones principales que se han presentado en varios portales, retomando para este efecto, la formulación de un artículo publicado en el portal del periódico Reforma. El artículo dice: ‘Luis Garza Medina, vicario de los Legionarios de Cristo, afirmó que la cúpula de la congregación optó por ocultar los abusos de Marcial Maciel’. Esta afirmación no corresponde ni a los hechos ni a lo que yo dije. Ni el P. Álvaro Corcuera, LC, director general de la congregación, ni un servidor u otros superiores de la congregación, ocultamos o pretendimos ocultar las conductas que fuimos descubriendo paulatinamente después de que el P. Marcial Maciel renunciara a su cargo como director general".
El texto señala luego que "sin embargo, como lo hemos expresado en diversos foros, ha llevado tiempo conocer de manera completa y examinar, en la medida de lo posible, la veracidad de las acusaciones contra nuestro fundador. A partir del verano 2008 y ya con certeza suficiente de los hechos informamos gradualmente y de manera personal a los superiores de la congregación y a los miembros religiosos de la Legión de Cristo, a los consagrados, consagradas y demás miembros del Movimiento Regnum Christi presentes en 22 países y, finalmente, a los medios de comunicación y a la sociedad, expresando nuestro profundo dolor por esos hechos gravemente reprobables".
El comunicado refiere luego que la nota del diario Reforma dice que "(El P. Luis Garza) admitió que al menos tres miembros de la directiva de los Legionarios sabían de las conductas de Maciel y prefirieron ocultarlas y no actuar para impedir que continuaran’. También esta afirmación es incorrecta. Ante la pregunta si había miembros de la congregación que sabían de los comportamientos ocultos de nuestro fundador, yo he mencionado el caso de tres sacerdotes mayores que después de la muerte de nuestro fundador comentaron que tenían conocimiento de algunos de los hechos, refiriendo que uno de ellos explicó que no hizo una denuncia porque no tenía modo de demostrar lo que había conocido y porque el P. Maciel, por su autoridad como fundador y director general, había sido idealizado por muchos".