El Arzobispo Giovanni Lajolo, Secretario del Vaticano para las Relaciones con los Estados, declaró a la prensa romana que la Iglesia Católica en China no pide privilegios sino que sólo reclama libertad para su organización interna.
"Como en todos los países, la Iglesia en China no está pidiendo ningún privilegio, sólo ser libre en su organización interna," declaró el Prelado a un periódico romano.
Como se recuerda, en mayo pasado el Papa Benedicto XVI lamentó públicamente que el gobierno chino haya designado a dos obispos sin la aprobación de la Santa Sede y consideró el acto como "una grave violación a la libertad religiosa".