El asesino de la misionera norteamericana, Dorothy Stang, muerta a balazos el 12 de febrero de 2005 en Anapu, estado de Pará, fue condenado a 30 años de prisión.
Fazendeiro Vitalmiro Bastos de Moura fue considerado culpable de la muerte de la religiosa de 73 años y condenado a 30 años de prisión, la pena máxima permitida en Brasil para este tipo de crimen.
La hermana Dorothy Stang estaba involucrada en la labor social con los campesinos “sin tierra” de la amazonía brasileña y había sido amenazada de muerte en repetidas ocasiones.