El P. Cecilio Lucero, sacerdote diocesano de 48 años, fue asesinado ayer domingo en una emboscada preparada por cerca de 30 desconocidos en el camino hacia la ciudad de Catarman, en la región de Samar del Norte en Filipinas. Otras dos personas que iban con él en el auto también resultaron heridas
Según informa L'Osservatore Romano, las otras dos personas son Isidro Miras y Eugene Batation. "Como en los casos anteriores, me uno a cuantos piden a las autoridades del gobierno que intervengan para detener estos ataques que, en este caso, han provocado la muerte del sacerdote", señaló el Obispo de Catarman, Mons. Emmanuel Trance.
El Prelado explicó que el Padre Lucero había recibido una serie de amenazas por su trabajo en un grupo de defensa de los derechos humanos y a causa de sus denuncias, precisamente de este tipo de emboscadas como en la que ha muerto asesinado.