El Arzobispo de Santa Fe de la Vera Cruz, Mons. José María Arancedo, explicó que "concepción y nacimiento son dos momentos en el desarrollo de una misma vida", porque "desde el momento de la concepción la vida adquiere una entidad independiente que nos compromete en su defensa por ser su primer derecho". Por ello, el Estado debe comprometerse en su defensa siempre.
"Esto tan fácil de expresar presenta, sin embargo, una serie de objeciones que no parten del derecho que esta vida nueva reclama, sino desde la libertad del hombre como un absoluto que le da derecho a decidir. Ahora bien, si no aceptamos que mi libertad tiene un límite en el derecho del otro, estamos ejerciendo un poder sobre el otro que no nos corresponde. La vida del ser naciente no es un objeto del que soy dueño, sino un sujeto con su entidad, autonomía y derechos", precisó.
"Estamos hablando del aborto, no de un método anticonceptivo. Aquí no se habla de impedir la concepción, aquí se habla de eliminar lo ya concebido. Esta es la gravedad del aborto. No se trata, por ello, de un tema religioso que pueda quedar reducido a la esfera de lo personal o a las convicciones de un grupo, sino que estamos ante un derecho que hace a la dignidad del ser humano", advirtió en su alocución radial.