El Arzobispo de Barcelona, Cardenal Lluís Martínez Sistach, alentó a los fieles a "ampliar los horizontes de nuestra conversión cuaresmal" mirando a Dios en las personas más pobres y necesitadas.
"Si la práctica del ayuno nos invita a la sobriedad, la práctica de la limosna es una llamada a vivir la solidaridad. Esta virtud humana y cristiana es siempre necesaria, pero es especialmente urgente en estos tiempos de gran crisis económica", expresó en su mensaje por Cuaresma.
El Purpurado recordó que Cristo pide una conversión del corazón porque sin ella "las obras de penitencia serían estériles y engañosas".