El Arzobispo de Madrid, Cardenal Antonio Rouco Varela, convirtió la extinta parroquia de San Carlos Borromeo, en el barrio de Entrevías, cerrada en abril pasado por el Arzobispado madrileño por cometer serios abusos litúrgicos, en un “Centro Pastoral”, que desde ahora será atendido por los mismos sacerdotes que ejercían allí su ministerio.
A través de un comunicado con fecha de ayer, el Arzobispado informa que el pasado 4 de noviembre, el Cardenal Rouco visitó a los sacerdotes Javier Baeza Atienza, Enrique de Castro López-Cortijo y José Díaz Ortiz, “con ministerio pastoral hasta ahora en la parroquia de San Carlos Borromeo”.
La decisión fue tomada por el Cardenal, continúa el comunicado, “después de un prolongado y fraterno diálogo, con el fin de asegurar la atención pastoral integral al mundo de la marginación al que de modo preferente han venido dedicándose, y dispuestos a superar positivamente el conflicto existente”.