El Arzobispado de Santiago de Chile expresó su profundo rechazo a los hechos de violencia ocurridos el 11 de septiembre en esa capital, que acabó con la vida de un carabinero.
El pasado martes 11 las principales ciudades de Chile amanecieron en medio de protestas al recordarse el 39º aniversario del golpe de estado del fallecido general Augusto Pinochet, que instauró una dictadura el derrocar al presidente socialista Salvador Allende.
Los manifestantes bloquearon las calles, prendieron fuego a neumáticos, antes de enfrentarse a la policía militarizada o carabineros. Como saldo de la violencia 10 carabineros (policía chilena) resultaron heridos y fueron detenidos más de 70 personas