De acuerdo con documentos de la corte, diversos funcionarios de la Iglesia declararon a los detectives del caso que Mena se hizo pasar por sacerdote de la Arquidiócesis desde mediados de 1990. No obstante, cada vez que se daban cuenta de sus actividades él desaparecía.
En todo el país las Arquidiócesis cuentan con procedimientos para evitar impostores. La de Los Ángeles, por ejemplo, mantiene una lista de sacerdotes y diáconos no autorizados (de más de 95 personas). El nombre de Mena ha estado en la lista desde que fue creada en 2008.
Si bien la arquidiócesis ha reembolsado su dinero a algunas de las víctimas, es posible que lo hagan con otras más. Debido a la naturaleza de la investigación los representantes de la institución católica han declinado hacer declaración alguna sobre este caso.
"Agradecemos al Departamento de Policía de Los Ángeles por trabajar para asegurar que Erwin Mena sea llevado ante la justicia. Nuestras oraciones están con todas las víctimas de su estafa. La Arquidiócesis de Los Ángeles se compromete a proporcionar cuidado pastoral y apoyo sacramental para las víctimas y otras personas afectadas por esta situación ", señalaron en un comunicado.