Después de asistir a la vigilia de oración por la paz en Siria y todo el mundo, convocada por el Papa Francisco el pasado 7 de septiembre, el Prefecto de la Congregación para los Institutos de Vida Consagrada y las Sociedades de Vida Apostólica, Cardenal Joao Bráz de Aviz, recordó que el poder de la Iglesia y del Papa está en la oración, no en las armas.

Pocos minutos después de concluir la multitudinaria ceremonia, que reunió en la Plaza de San Pedro a más de 100 mil personas, el Cardenal Bráz de Aviz explicó a ACI Prensa que el Papa "es un hombre sin poder, pero es un hombre de Dios", y ante la guerra "no tenemos el poder de las armas, nosotros tenemos el poder de la oración, de pedirle a Dios esto, y creo que la vigilia de hoy tiene en especial el sentido de la fe del Papa, de toda la Iglesia".

"Nosotros creemos que Dios es el Dios de la paz, que la humanidad, aunque haya vivido una historia con muchas guerras, quizá, esté llegando a un punto de maduración, especialmente con esta globalización, en la que es necesario que la consciencia de la paz sea mucho más profunda", subrayó la autoridad vaticana.

"Nosotros creemos que la bondad de la misericordia de Dios puede salvar a este pueblo. El Papa representa esto. Ver esta plaza llena durante cuatro horas, con tantos jóvenes presentes, ver al pueblo, miles de personas, guardar estos momentos de silencio ante Dios, quiere decir mucho", añadió.

Por su parte, el Cardenal Bráz de Aviz, reforzó la jornada de oración y ayuno convocada por el Papa enviando una carta a todos los consagrados y consagradas para animarlos a apoyar desde cada rincón este evento.

"Sabemos que el hombre y la mujer no son capaces de conseguir la paz por su propia cuenta, pero todos sabemos los resultados de las guerras, todo el dolor que traen, es algo horrible, por eso deberíamos pedir realmente a Dios la paz", concluyó.