El Obispo de Puerto Iguazú (Argentina), Mons. Marcelo Raúl Martorell, señaló que el tiempo de Adviento es propicio para "transformar nuestro corazón" a semejanza del de Jesucristo y de esperar su próxima venida no con temor, sino con un espíritu "lleno de esperanza".
Tras recordar que el Adviento se centra en el nacimiento de Cristo y la espera de su segunda venida o Parusía, el Prelado invitó a los fieles a vivir este tiempo haciéndose "más semejantes a Él, identificándonos con Él a través de las obras de la caridad, la justicia y el amor, el cumplimiento de los mandamientos y la perseverancia de la fe".
"Siendo imitadores de Cristo, viviendo en la caridad y cumpliendo los mandamientos" es como se debe vivir la vida cristiana "porque de verdad no sabemos ni el día ni la hora en que vendrá el Señor en su gloria y ciertamente que vendrá y nos preguntará sobre esa herencia fabulosa que nos dejó: ‘vivir en el amor’", advirtió.