El Obispo de San Cristóbal de las Casas, Mons. Felipe Arizmendi, pidió a la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN), hacer honor a su nombre o cambiarlo, pues otorgar a las parejas homosexuales la opción de adoptar es dar legalidad a un acto que no es justo para los niños.
En un artículo, el Prelado dijo que este organismo debería llamarse "Suprema Corte de Legalidad, o de Constitucionalidad", porque en varios casos reduce sus decisiones no a hacer justicia, sino a declarar si los casos van de acuerdo a la Constitución o no.
Indicó que en los casos del aborto en el DF y los "matrimonios" homosexuales, la SCJN no ha ido al fondo del asunto, es decir valorar si van contra el derecho a la vida de los no nacidos o son conformes a la razón; sino si son legales porque no "violan" la Constitución.