Según afirman organizaciones Provida, el 96 por ciento de los ginecólogos de los hospitales públicos españoles se niega a practicar abortos.
Justo Aznar, jefe del Departamento de Biopatología Clínica del Hospital La Fe de Valencia, afirma que “los ginecólogos españoles tienen claro que su trabajo está dirigido a dar la vida y de ningún modo a procurar la muerte a los embriones no nacidos”. También señala que dada la especialidad de estos médicos, son los primeros profesionales en percibir que en un embrión hay vida. “A los veinte días de desarrollo el corazón ya late y los ginecólogos son conscientes de ello”, agregó.
Paradójicamente el rechazo hacia las prácticas abortistas se originó desde que se despenalizó del aborto en 1985. Por ejemplo, en 1986 del centenar de ginecólogos que formaba la plantilla del hospital de La Paz de Madrid, sólo dos se mostraban favorables a realizar abortos.