En su homilía dominical, el Obispo de Puerto Iguazú (Argentina), Mons. Raúl Martorell, afirmó que los cristianos de hoy tienen que ser testimonio de fe y fidelidad ante un mundo indiferente que no reconoce ni agradece a Dios por los bienes que tiene.
El la Catedral local el Prelado argentino recordó que "todos los hombres están llamados a la salvación y esto es lo que Jesús en la Sinagoga quiere enseñarnos. La salvación no está reservada solamente a los hijos de Israel, sino que es un don ofrecido a todos los hombres".
Al referirse al Evangelio de los leprosos curados de los cuales solo uno agradece a Dios, el Obispo recuerda que éste último "no era un miembro del Pueblo de Dios, sino un extranjero. Los otros nueve curados no vuelven a agradecer a Dios, quizá porque como miembros del Pueblo de Dios, se sentían casi con el derecho de ser curados por Jesús".