Tres miembros de la Guardia Suiza en el Vaticano renunciaron tras negarse a cumplir con el mandato de recibir la vacuna contra la COVID-19, mientras que otros tres guardias han sido suspendidos hasta que estén completamente vacunados.
La Guardia Suiza Pontificia, encargada de proteger al Papa, ha exigido a sus 135 miembros que reciban la vacuna.
Este es un paso adicional al requisito de la Ciudad del Vaticano del green pass (pase verde), un certificado digital de la vacunación, la recuperación del coronavirus o de una prueba negativa del COVID-19 en las últimas 48 horas.