Miércoles 4 de diciembre

Evangelio según San Mateo, capítulo 15, versículos del 29 al 37

29 Partiendo de allí, Jesús llegó al mar de Galilea, subió a la montaña y se sentó. 30 Y vinieron a El turbas numerosas, llevando cojos, lisiados, ciegos, mudos y muchos otros, y los pusieron a sus pies, y El los sanó. 31 De modo que el gentío estaba maravillado al ver los mudos hablando, sanos los lisiados, cojos que caminaban, ciegos que veían; y glorificaba al Dios de Israel.

Segunda multiplicación de los panes

32 Entonces, Jesús llamó a sus discípulos y les dijo: "Me da lástima de estas gentes, porque hace ya tres días que no se apartan de Mí, y ya no tienen qué comer. No quiero despedirlas en ayunas, no sea que les falten las fuerzas en el camino". 33 Los discípulos le dijeron: "¿De dónde procurarnos en este desierto pan suficiente para saciar a una multitud como ésta?" 34 Jesús les preguntó: "¿Cuántos panes tenéis?". Respondieron: "Siete, y algunos pececillos". 35 Entonces mandó a la gente acomodarse en tierra. 36 Luego tomó los siete panes y los peces, dió gracias, los partió y los dio a los discípulos, y los discípulos a la gente. 37 Y todos comieron y se saciaron, y levantaron lo sobrante de los pedazos, siete canastos llenos.

Comentario

30. Véase 11, 5; Marc. 7, 31 ss.


Estos comentarios corresponden a la versión electrónica de la Biblia y Comentario de Mons. Juan Straubinger, cortesía de VE Multimedios