Lunes 26 de agosto

Evangelio según San Mateo, capítulo 23, versículos del 13 al 22

13 "¡Ay de vosotros, escribas y fariseos, hipócritas!, porque cerráis con llave ante los hombres el reino de los cielos; vosotros ciertamente no entráis; y a los que están entrando, no los dejáis entrar. 14 ¡Ay de vosotros, escribas y fariseos, hipócritas!, porque devoráis las casas de las viudas, y pretextáis hacer largas oraciones. Por eso recibiréis condenación más rigurosa. 15 ¡Ay de vosotros, escribas y fariseos, hipócritas! porque recorréis mar y tierra para hacer un prosélito, y cuando llega a serlo, lo hacéis doblemente más hijo de la gehenna que vosotros. 16 ¡Ay de vosotros, conductores ciegos!, que decís: "Quien jura por el Templo nada es; mas quien jura por el oro del Templo, queda obligado". 17 ¡Insensatos y ciegos! ¿qué es más, el oro, o el Templo que santifica el oro? 18 Y: "Quien jura por el altar, nada importa; mas quien jura por la ofrenda que está sobre él, queda obligado". 19 ¡Ciegos! ¿que es más, la ofrenda, o el altar que hace sagrada la ofrenda? 20 Quien, pues, jura por el altar, jura por el altar y por todo lo que está sobre él. 21 Quien jura por el Templo, jura por él y por Aquel que lo habita. 22 Y quien jura por el cielo, jura por el trono de Dios y por Aquel que está sentado en él".

Comentario

13. Confrontado en Mateo 11, 12: "Desde los días de Juan el Bautista hasta ahora, el reino de los cielos padece fuerza, y los que usan la fuerza se apoderan de él". Según algunos, los que no hacen violencia a Dios con su confianza inquebrantable, no entrarán en el reino de los cielos. Otros exégetas toman estas palabras en sentido profético, refiriéndolas a las persecuciones que el Reino de Dios ha de sufrir en la tierra. Se apoderan de él: así también Buzy y la Biblia Pirot; y Lucas 11, 52: "¡Ay de vosotros! hombres de la Ley, porque vosotros os habéis apoderado de la llave del conocimiento; vosotros mismos no entrasteis, y a los que iban a entrar, vosotros se lo habéis impedido". 52. La llave del conocimiento de Dios es la Sagrada Escritura (S. Crisóstomo). Los escribas y fariseos que la interpretaban falsamente, o la reservaban para sí mismos, son condenados como seductores de las almas. El pueblo tiene derecho a que se le predique la Palabra de Dios. En cuanto al conocimiento de la Sagrada Biblia por parte del pueblo, dice S. S. Pío XII en la reciente Encíclica "Divino Afflante": "Favorezcan (los Obispos) y presten su auxilio a todas aquellas pías asociaciones, que tengan por fin editar, y difundir entre los fieles ejemplares impresos de las Sagradas Escrituras, principalmente de los Evangelios, y procuren con todo empeño que en las familias cristianas se tenga ordenada y santamente cotidiana lectura de ellas".

14. El versículo 14 falta en los mejores códices.

15. Hacer un prosélito: convertir a un gentil a la religión judía. Había dos clases de prosélitos, según recibiesen o no la circuncisión: los prosélitos de la puerta y los de la justicia. Jesús enseña aquí que no siempre la mucha actividad es verdadero apostolado, si no está movida por la fe viva que obra por la caridad (15, 8; Juan 4, 23; Gál. 5, 6; I Cor. 3, 12 - 15). Sobre la gehenna véase 5, 22 y nota.


Estos comentarios corresponden a la versión electrónica de la Biblia y Comentario de Mons. Juan Straubinger, cortesía de VE Multimedios