Miércoles 20
de marzo

Evangelio según San Juan, capítulo 8, versículos del 31 al 42

La verdad nos hace libres.

31 Jesús dijo entonces a los judíos que le habían creído: "Si permanecéis en mi palabra, sois verdaderamente mis discípulos, 32 y conoceréis la verdad, y la verdad os hará libres". 33 Replicáronle: "Nosotros somos la descendencia de Abrahán, y jamás hemos sido esclavos de nadie; ¿cómo pues, dices Tú, llegaréis a ser libres?" 34 Jesús les respondió: "En verdad, en verdad, os digo, todo el que comete pecado es esclavo (del pecado). 35 Ahora bien, el esclavo no queda en la casa para siempre; el hijo queda para siempre. 36 Si, pues, el Hijo os hace libres, seréis verdaderamente libres. 37 Bien sé que sois la posteridad de Abrahán, y sin embargo, tratáis de matarme, porque mi palabra no halla cabida en vosotros. 38 Yo digo lo que he visto junto a mi Padre; y vosotros, hacéis lo que habéis aprendido de vuestro padre". 39 Ellos le replicaron diciendo: "Nuestro padre es Abrahán". Jesús les dijo: "Si fuerais hijos de Abrahán, haríais las obras de Abrahán. 40 Sin embargo, ahora tratáis de matarme a Mí, hombre que os he dicho la verdad que aprendí de Dios. ¡No hizo esto Abrahán! 41 Vosotros hacéis las obras de vuestro padre". Dijéronle: "Nosotros no hemos nacido del adulterio; no tenemos más que un padre: ¡Dios!" 42 Jesús les respondió: "Si Dios fuera vuestro padre, me amaríais a Mí, porque Yo salí y vine de Dios. No vine por Mí mismo sino que Él me envió.

Comentario

31. Si permanecéis en mi palabra: Como si dijera: si mi palabra permanece en vosotros (15, 7).

32. La libertad de los hijos de Dios se funda en la buena doctrina (v. 31). La vida eterna es conocimiento (17, 3). Cf. II Cor. 3, 17; Sant. 1, 25; 2, 12.

33. Los que replican no son los que creyeron (nota 30), sino los enemigos, que se dan indebidamente por aludidos, según se ve por lo que sigue. La falsedad de su afirmación es notoria, pues los judíos fueron esclavos en Egipto, en Babilonia, etc. y a la sazón dependían de Roma.

34. Del pecado: falta en varios códices y no agrega, antes quita, fuerza. El hombre liberado por la verdad de Cristo (32) es espiritual (Gál. 5, 16) y no peca (I Juan 3, 6 y 9). El carnal es esclavo, porque no es capaz de seguir su voluntad libre, sino que obra dominado por la pasión (Rom. 7, 23).


38. Ese padre es el diablo (v. 44), y sus hijos son mentirosos y maliciosos como él.

Estos comentarios corresponden a la versión electrónica de la Biblia y Comentario de Mons. Juan Straubinger, cortesía de VE Multimedios