Miércoles 18 de setiembre
32 No tengas temor, pequeño rebaño mío, porque plugo a vuestro Padre daros el Reino. 33 Vended aquello que poseéis y dad limosna. Haceos bolsas que no se envejecen, un tesoro inagotable en los cielos, donde el ladrón no llega, y donde la polilla no destruye. 34 Porque allí donde está vuestro tesoro, allí también está vuestro corazón".
Comentario
33 Vended aquello que poseéis: no se
trata aquí de la pobreza total, como en el caso del joven rico. Ello
no obstante, vemos que Jesús está hablando a la pequeña
grey de sus predilectos que han de compartir su reino (en el Evangelio de
San Lucas 22 28-30: "Vosotros sois los que habéis perseverado
conmigo en mis pruebas. Y Yo os confiero dignidad real como mi Padre me la
ha conferido a Mí, para que comáis y bebáis a mi mesa
en mi reino, y os sentéis sobre tronos, para juzgar a las doce tribus
de Israel".).
No es de extrañar, pues, que, sin perjuicio de mantener la situación
en que la providencia del Padre ha colocado a cada uno y a su familia, les
aconseje desprenderse de lo que pueda ser un tropiezo para la vida espiritual,
para no poseer con ahínco ningún bien en que hayamos puesto
el corazón y que sea entonces como un pequeño ídolo,
rival de Dios.
Estos comentarios
corresponden a la versión electrónica de la Biblia y Comentario
de Mons. Juan Straubinger, cortesía de VE
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