"El evangelio de Judas va a tener cierta acogida por parte de algunos ambientes porque refleja en buena medida lo que es el relativismo moderno".

A raíz de la polémica suscitada por la presentación a los medios de comunicación del "evangelio de Judas" por la National Geographic Society (Washington, 9 de abril de 2006) y la posterior emisión de un especial transmitido por el canal televisivo de la misma entidad, el 9 de abril de 2006, el doctor en Teología Dogmática, Gustavo Sánchez Rojas, concedió una entrevista a ACI Prensa que reproducimos íntegramente:

ACI Prensa: La National Geographic presentó el supuesto "evangelio de Judas" mostrándolo como un documento que contiene revelaciones trascendentales sobre Jesús y que llevaría a reformular algunas verdades fundamentales del cristianismo ¿Es esto cierto?

Gustavo Sánchez: En primer lugar hay que entender que el "evangelio de Judas" es un escrito que pertenece a la corriente doctrinal llamada "gnosticismo" y, de manera particular, a uno de sus muchos grupos, al denominado "cainitas". Se trata de un libro cuyo origen se remontaría hacia el año 150 ó 200 después de Cristo. Ahora bien, el manuscrito que ha presentado la National Geographic sería una copia, escrito en lengua copta, fechada en el año 300 o algo más.

Se trata de un libro que, al pertenecer a esta secta, supone una comprensión muy particular, sui generis, acerca de lo que es Dios, el ser humano y la salvación. Esta doctrina no tiene mucho que ver con el cristianismo que nosotros creemos y profesamos. Se trata, más bien, de una visión distinta y, por lo mismo, la Iglesia a lo largo de su historia la consideró como herejía. El evangelio de Judas no dice algo verdadero acerca de Jesús sino, más bien, dice lo que esta secta piensa sobre Él.

ACI Prensa: ¿Cuál es la doctrina del gnosticismo?

Gustavo Sánchez: El gnosticismo sostiene que Dios es espíritu puro y, por ello, no puede tener ningún tipo de relación con la materia. La secta gnóstica considera que el Dios verdadero no puede haber creado porque la creación, en cuanto que es material, es algo malo. Por lo tanto, la creación sería el resultado de la acción de una divinidad menor y por lo mismo negativa. De allí se sigue que la salvación consistirá en salir del mundo y abandonar sobre todo la realidad corporal que, por ser material, también es considerada mala.

El evangelio de Judas considera que hay una parte divina encerrada en el hombre; por lo tanto cualquier acción que apunte a liberar esta realidad divina que está presente en nosotros sería una acción buena y eso es lo que ha hecho Judas. Según este libro, el apóstol no ha cometido un acto malo, una traición o una deslealtad para con Jesús, sino que ha sido elegido por Dios para ayudarle a liberar esta parte divina que está encerrada en Él, entregándolo a la muerte. Así, su acción es algo bueno, no puede ser considerada mala. Para este grupo, Judas es una persona que debe ser venerada.

ACI Prensa: Entonces, ¿el pensamiento de los gnósticos se opone a la doctrina cristiana?

Gustavo Sánchez: Se opone total y frontalmente a lo que la Iglesia ha enseñado desde el principio. Por eso, este "evangelio" no refleja para nada lo que es la doctrina cristiana.

ACI Prensa: Se dice que el evangelio de Judas es un "evangelio apócrifo" ¿Qué significa esto?

Gustavo Sánchez: Se llaman evangelios apócrifos a los escritos que han sido atribuidos falsamente a algún apóstol. "Apócrifo" significa justamente falso. Fueron escritos sobre todo por herejes para difundir sus doctrinas, y al atribuírselas a algún apóstol como Tomás o Felipe, buscaban darles legitimidad. Nosotros sabemos que estos evangelios en su gran mayoría son escritos más o menos del año 120 después de Cristo en adelante, lo que quiere decir que no reflejan para nada la realidad histórica que vivió Jesús. Es un hecho interesante el que estos evangelios transmiten principalmente doctrinas. Son en su gran mayoría relatos de diálogos que tiene Jesús con las personas a las que supuestamente está revelándoles algún secreto o alguna doctrina oculta pero no narran para nada las acciones. Por eso pienso que hay una gran diferencia con los evangelios canónicos: Mateo, Marcos, Lucas y Juan.

ACI Prensa: ¿Qué valor tienen los evangelios apócrifos?

Gustavo Sánchez: No tienen valor en el sentido que no dan a conocer la revelación de Dios a la humanidad que alcanza su plenitud en Jesucristo. Son interesantes en cuanto que proporcionan datos que permiten conocer el ambiente histórico en que se ha desarrollado el cristianismo y la Iglesia. Su valor está solamente ahí, en esa perspectiva histórica pero para nada en lo que se refiere al conocimiento de la revelación plena que, repito, se da en Jesucristo.

ACI Prensa: Judas traiciona al Señor e inmediatamente después se ahorca ¿En que momento escribió "su" evangelio?

Gustavo Sánchez: Es absolutamente imposible que Judas haya escrito un libro de este tipo. Además, el hecho de que los cainitas lo hayan puesto bajo el nombre de Judas no obedece a que hayan pensado que él lo escribió, sino que obedece a que en su particular teología, Judas es una persona que, haciendo un mal, en realidad estaría haciendo un bien.

Yo creo que el "evangelio de Judas" va a tener cierta acogida por parte de algunos ambientes porque refleja en buena medida lo que es el relativismo moderno. Para el mundo relativista, el mal a veces puede ser considerado bien, el bien puede ser considerado, y de hecho lo consideran también algunos, mal. Esto se está reflejando de manera interesante es esta herejía gnóstica cainita y eso seguramente responde a un sentir contemporáneo. Sin embargo, ese sentir contemporáneo no tiene nada que ver con la revelación de Jesucristo.

ACI Prensa: ¿Cuál es la relación teológica entre el Código Da Vinci y el evangelio de Judas?

Gustavo Sánchez: No creo que haya relación, al menos teológica, entre uno y otro. El Código Da Vinci es una novela que ofrece algunos datos que pretende hacerlos pasar como históricos. Según este libro, existieron muchos evangelios que reflejaban datos sobre Jesús que la Iglesia escondió y que ésta se quedó solo con una visión medio deformada de Jesús, que es la que se nos habría hecho creer y que sería la visión que nos proporcionan Mateo, Marcos, Lucas y Juan que nos dicen que Jesucristo era Dios, etc. Todo eso es una falsedad absoluta y personalmente no sé si se debe a la ignorancia del autor, que es una ignorancia completa, al menos sobre esos temas, o a algún tipo de mala fe. Prefiero pensar que es sobre todo ignorancia a partir del hecho de que dice que estos evangelios siempre fueron ocultados, fueron escondidos y la Iglesia los eliminó. Pero la Iglesia nunca eliminó los evangelios apócrifos, nunca los escondió. Éstos se conocen desde mucho tiempo atrás y no son una cosa oculta sino algo público: se encuentran en cualquier librería, señal de que no hay ningún tipo de ocultamiento, ningún tipo de eliminación ni cosa parecida y la Iglesia los estudia porque le ayuda a comprender mejor cuál es la originalidad de su fe al compararlos y contrastarlos con estos escritos heréticos. En ese sentido, definitivamente el Código Da Vinci ha generado un ambiente donde aparece una curiosidad a veces malsana y morbosa por ese tipo de relatos que no dicen nada original, nada verdadero sobre Jesucristo, sino visiones completamente deformadas, visiones heréticas.

ACI Prensa: Desde cuándo la Iglesia tiene conocimiento del evangelio de Judas?

Gustavo Sánchez: Desde el siglo II la glesia sabía perfectamente que existía el evangelio de Judas pero no se conocía el texto de ese escrito, cosa que por lo demás, no es sorprendente. Hay un Padre de la Iglesia del siglo II, San Ireneo de Lyon, que en su libro llamado "Contra los herejes" menciona el evangelio de Judas y señala cuál es su contenido en general. Ello nos muestra que no se trata de una novedad, como pretenden hacer creer ciertos ambientes.

Más aún, el libro también es mencionado por otros escritores eclesiásticos, como Orígenes de Alejandría, Tertuliano, San Agustín, etc. Este mal llamado "evangelio" no representa una novedad, no se está descubriendo algo de lo que jamás antes se había tenido noticia. El texto del evangelio de Judas que ha presentado la National Geographic, si es un texto auténtico, lo único que nos va a señalar son aspectos puntuales de algo que ya se sabía y que la Iglesia no solamente la conocía sino que además la había condenado desde el principio como herética.

ACI Prensa: Según el texto presentado por National Geographic, Judas sería un apóstol predilecto de Jesús que termina siendo un "santo" por su fidelidad a la voluntad de Dios ¿Cuál es la doctrina de la Iglesia sobre él?

Gustavo Sánchez: La Iglesia enseña que Judas era uno de los apóstoles que fue llamado por Jesús para predicar y anunciar el Evangelio y,en ese sentido, ha sido uno de los cercanos a Jesús. Pero Judas traicionó al Señor, cometió una deslealtad y lo entregó a manos de los judíos para que fuera ejecutado. La Iglesia simplemente repite lo que está presente en los Evangelios canónicos, no dice ninguna otra cosa más. Los evangelios dicen que Judas, carcomido por el remordimiento, se ahorcó y por ello rechazó la misericordia que Dios siempre pone al alcance de todos los hombres, como fue el caso de Pedro, quien también traicionó al Señor pero se arrepintió. Ahí esta la diferencia con Judas, y eso es lo único que se dice, no hay para nada la indicación que pone el evangelio apócrifo en cuestión en cuanto que es una persona que ha recibido una revelación secreta o cosas por el estilo, algo que, por lo demás, va totalmente en contra de la práctica de Jesús. El Señor les dice a los apóstoles: lo que yo les digo en lo secreto ustedes grítenlo desde las terrazas y las azoteas. Quiere decir que esto de mantener una doctrina oculta ya inmediatamente nos muestra que no es lo que Jesús había pedido.

ACI Prensa: ¿Qué le diría a los que piensan que Dios eligió a Judas para que traicionase a Jesús?

Gustavo Sánchez: Dios, cuando llama a las personas, las invita a vivir el bien y siempre respeta su libertad. Dios llamó a Judas para que anunciara el la Buena Nueva y para que unido a Jesús pudiera alcanzar una vida plena, una vida de santidad. Dios siempre quiere el bien, Dios nunca quiere el mal; nosotros cometeríamos una injusticia, además de un error muy grande, si pensáramos que Dios llama a alguna persona para que hiciera el mal. El mal no es una cosa pedida por Dios, es fruto del mal uso de la libertad del hombre. Si Dios llamara a alguien para que realice el mal entonces no sería Dios.

San Ireneo escribió que cuando los gnósticos decían que Dios llama a algunas personas para que realicen una acción mala, una traición, entonces Dios está obligando al hombre a cometer una cosa mala y si Dios obliga a alguien a cometer una cosa mala, entonces Dios no es Dios. La consecuencia de la herejía gnóstica es en el fondo el ateísmo, es decir, la negación de Dios. Esto nos muestra un aspecto muy interesante y actual: pensar que Dios pueda llamar a alguien para que haga el mal es, después de todo, negarlo y la negación de Dios hoy día es algo muy extendido.

ACI Prensa: ¿Podemos saber si Judas se salvó o se condenó?

Gustavo Sánchez: La Iglesia, que tiene la potestad para decirnos quién está en el cielo gozando de la gloria de Dios, no sabe -y por lo tanto no puede decir- quién está condenado, ni siquiera Judas. No puede afirmar con certeza que Judas o cualquier ser humano está en el infierno. Si bien es cierto él cometió una acción reprobable cuando traicionó a Jesús, y una acción más reprobable aún cuando se suicidó, sin embargo, la misericordia divina es siempre la que tiene la última palabra. Por lo tanto, la Iglesia nunca va a decir, como nunca lo ha dicho ni de Judas ni de nadie, que sea condenado o cosas por el estilo. De Judas también habrá que esperar seguramente la misericordia de Dios, pero eso es una cosa que sólo Dios sabe, eso no lo sabe nadie: ni nosotros ni la Iglesia tampoco.

ACI Prensa: ¿Cuál es la única fuente segura para conocer la obra, las acciones y enseñanzas de Jesús?

Gustavo Sánchez: La única fuente segura está en los cuatro Evangelios que conocemos y que nos describen del modo más fidedigno lo que Jesús dijo e hizo viviendo entre nosotros. No tenemos que recurrir a algún evangelio apócrifo, a algún evangelio desconocido para saber lo que hizo Jesús; basta con recurrir a los Evangelios que tenemos a la mano y que siempre ha enseñado la Iglesia para saber con exactitud y con certeza brindada por la fe lo que Jesús ha hecho y la manera cómo nos ha salvado y reconciliado.

ACI Prensa: ¿Cuál debe ser la actitud de los discípulos de Cristo ante estas cosas?

Gustavo Sánchez: La actitud del discípulo de Cristo se basa en la fe. Creer en Jesús. Tener fe en Él es aceptar lo que la Iglesia dice porque Jesús dejó su mensaje a la Iglesia y ésta lo proclama con la autoridad y con el mandato que viene de Jesús. Si nosotros decimos que creemos en Jesús, entonces tenemos que creer en la Iglesia y obviamente la Iglesia no va aceptar cosas que no vienen de su Señor y que son heréticas como en este caso.


Gustavo Sánchez Rojas (Lima, 12 de marzo de 1962) es Doctor en Teología, profesor de Teología Dogmática en la Facultad de Teología Pontificia y Civil de Lima y en la Universidad Marcelino Champagnat. También es profesor en la Universidad San Pablo de Arequipa, Perú, y Director de la Revista Vida y Espiritualidad. Entre sus numerosas obras se puede mencionar Jesucristo Reconciliador. La reconciliación por Jesucristo en La Ciudad de Dios de San Agustín.