"Ante este ídolo se sacrifican los valores morales y éticos, se arrojan a sus pies los ideales más nobles, y algo peor: se sacrifica la misma vida humana, que para muchos vale menos que cualquier cantidad de dinero. En el fondo de esta idolatría encontramos una pérdida de fe; ya no esperamos nada de la otra vida, hemos dejado de anhelarla, y entonces buscamos desesperadamente aferrarnos a esta, a sus goces y placeres, a los bienes materiales, como si teniendo más cosas pudiéramos conjurar a la muerte", expresó.
En su homilía, el Arzobispo se refirió también a la trayectoria del diario fundado por Félix Palavicini en octubre de 1916. El trabajo periodístico de El Universal, señaló, "ha tenido repercusión en la construcción del México actual, que ha conquistado notables derechos y libertades, pero también, donde se ha venido dando una triste descomposición social que nos llena de incertidumbre".
"¿Qué es lo más importante para un diario como El Universal, que tiene desde sus orígenes una clara responsabilidad social? ¿Qué es lo más importante para un periodista dedicado a informar? ¿Cuál es la contribución más importante, desde la noble tarea del periodismo y la información, a un país que sufre un enorme deterioro moral, social y económico?", invitó el Purpurado a preguntarse a los periodistas.