En 1993, hace 25 años, San Juan Pablo II publicó su encíclica Veritatis splendor, una importante reflexión que se mantiene vigente porque explica algunas cuestiones fundamentales de la enseñanza moral de la Iglesia, y en la que además alertó de la crisis más peligrosa de todas.
En el numeral 93 Karol Wojtyla escribió que el martirio "tiene un valor extraordinario a fin de que no solo en la sociedad civil sino incluso dentro de las mismas comunidades eclesiales no se caiga en la crisis más peligrosa que puede afectar al hombre: la confusión del bien y del mal, que hace imposible construir y conservar el orden moral de los individuos y de las comunidades".
San Juan Pablo II precisó que "si el martirio es el testimonio culminante de la verdad moral, al que relativamente pocos son llamados, existe no obstante un testimonio de coherencia que todos los cristianos deben estar dispuestos a dar cada día, incluso a costa de sufrimientos y de grandes sacrificios".