"Que el pesebre y el árbol, símbolos fascinantes de la Navidad, puedan llevar en las familias y en los lugares de reunión un reflejo de la luz y de la ternura de Dios, para ayudar a todos a vivir la fiesta del nacimiento de Jesús", así lo indicó el Papa Francisco este viernes 7 de diciembre en el Vaticano.
El Santo Padre recibió en audiencia a las delegaciones de las regiones italianas Friuli Venecia Giulia y del Veneto que regalaron el pesebre y el árbol que decoran este año la Plaza de San Pedro. Estos grupos estuvieron encabezados por el Patriarca de Venecia, Mons. Francesco Moraglia y el Obispo de Concordia-Pordenone, Mons. Giuseppe Pellegrini.
En su discurso, el Papa dijo que "el árbol y el pesebre son dos signos que no terminan nunca de fascinarnos" porque "nos hablan de la Navidad y nos ayudan a contemplar el misterio de Dios hecho hombre para ser cercano a cada uno de nosotros".