En medio de un mundo que ha relativizado el amor, que vive erotizado y que ha convertido toda celebración en una maquinaria comercial, la Iglesia Católica recuerda hoy al mártir San Valentín y a los santos hermanos Cirilo y Metodio, Copatronos de Europa.
San Valentín fue un sacerdote que con San Mario socorría a los mártires de la persecución del emperador Claudio II. Según cuenta la tradición, este santo arriesgaba su vida para casar cristianamente a las parejas durante este tiempo.
Fue apresado y enviado por el emperador al prefecto de Roma, quien al ver que sus intentos para hacerlo renunciar a la fe no surtían efecto mandó a golpearlo y decapitarlo. Eso sucedió el 14 de febrero del año 270.