El Papa Francisco realizó un llamado "a aquellos con responsabilidades institucionales" para que "coloquen los derechos humanos en el centro de todas las políticas, incluidas las de cooperación para el desarrollo, incluso cuando esto signifique ir contracorriente".
De esta manera, el Santo Padre quiso respaldar la vigencia de la Declaración Universal de los Derechos Humanos, de la que se cumplen 70 años, y de la Declaración y del Programa de Acción de Viena para la Protección de los Derechos Humanos en el Mundo. De la que se cumplen 25.
Estos dos documentos son los pilares sobre los que se sustenta la protección de los derechos humanos en el mundo.