"Somos gente honrada, no perfecta; que con nuestro trabajo intentamos hacer de la Iglesia un lugar de esperanza y dignidad. Que no cobramos un solo peso del Estado y que trabajamos con todas nuestras fuerzas para que la vida de nuestros niños, jóvenes, ancianos y en especial los más pobres, sea mejor", afirmaron.
Agregaron que "somos miles los que estamos embarcados en esta misión y cuando vengas de noche y con tu rostro oculto para pintar y ofender, encontrarás en nosotros la infranqueable barrera del bien que triunfa sobre el mal, encontrarás también el perdón y una fuerza que nadie nos podrá quitar que es la alegría de seguir a Jesús".
"Te podremos ofrecer lo mejor que tenemos que es nuestro pan, nuestro canto y nuestro abrazo porque a pesar de todo, somos hermanos. A seguir andando nomás...y siempre con la esperanza intacta de compartir una buena charla", expresaron en el comunicado.
Finalmente, la parroquia Nuestra Señora de los Dolores fue atacada de la misma forma, lo que provocó el repudio del Obispo de Gualeguaychú, Mons. Héctor Zordán, quien fue su vicario y párroco antes de ser nombrado obispo.