Sus restos fueron colocados en una capilla anglicana en el interior del Castillo de Windsor, la residencia real.
Mons. Wilson, un católico converso del anglicanismo, dijo en su homilía que "es nuestro privilegio poder ofrecer el Santo Sacrificio de la Misa por el feliz y pacífico descanso del alma de nuestra difunta Soberana, Su Majestad la Reina Isabel II".
"Después de 70 años de dedicado servicio, ahora nos toca a nosotros reunirnos y orar por Su Majestad para que conozca la plenitud de la vida prometida por Cristo a través de su muerte y resurrección".
Según Mons. Wilson "ella fue parte de nuestras vidas, sobre todo en momentos clave de la historia de nuestra nación. Admiramos su compromiso y dedicación al deber como nuestra Jefa de Estado coronada".
"Nuestras oraciones acompañan a nuestra querida Reina Isabel II en su último viaje: Concédele, Señor, el descanso eterno y brille para ella la luz perpetua. Que su alma, y las almas de todos los fieles difuntos, descansen en paz. Amén", concluyó el Prelado.
La Reina Isabel II de Inglaterra accedió al trono el 6 de febrero de 1952, a la edad de 25 años, tras la muerte de su padre, el rey Jorge VI.