Cada 26 de octubre la Iglesia Católica celebra a San José Gregorio Hernández (1864-1919), a quien en vida ya llamaban “el médico de los pobres”, canonizado hace solo unos días, el 19 de octubre de 2025 por el Papa León XIV.
José Gregorio Hernández fue médico de profesión, y combinó la práctica con la investigación científica y la docencia universitaria. Se hizo miembro de la OFS (Orden Franciscana Seglar) como parte de un camino de discernimiento de los planes de Dios para su vida. Falleció a los 54 años, víctima de un accidente automovilístico.
¿Abogado o médico?
José Gregorio Hernández Cisneros nació el 26 de octubre de 1864 en el pequeño pueblo de Isnotú, Municipio de la Libertad, Distrito Betijoque, en el estado de Trujillo (Venezuela). Fue el primero de seis hermanos, uno de los cuales murió a los 7 meses. José perdió a su madre muy pronto, cuando tenía 8 años. Su padre, un comerciante local de abarrotes, lo envió al colegio, donde empezó a mostrar su talento e inteligencia, al punto que el maestro de aula le sugirió que mandara a su hijo a estudiar a Caracas, la capital del país.
A los 13 años a José Gregorio le agradaba la idea de ser abogado, y así se lo comunicó a su padre, quien le sugirió que vaya por otro camino: la medicina. A partir de entonces, el chico asumió la idea como propia, como una pequeña epifanía de su vocación.
En Caracas ingresó al Colegio Villegas, propiedad de Guillermo Tell Villegas -político venezolano, tres veces presidente interino de Venezuela-, quien describió alguna vez a José Gregorio como “poco dado a jugar con sus compañeros”, uno de esos alumnos que “prefería pasar el tiempo libre en compañía de los libros".