Indicó que en poco más de un año, Carangola ha sufrido "una nueva inundación, siendo esta de proporciones jamás vistas y en medio de una pandemia que nos hace cada día repensar el sentido de la vida y el cuidado".
Sin embargo, afirmó que frente a todos estos desastres "está Aquel que no cambia, que no se agita en medio de la tempestad y en quien podemos confiar para mantenernos firmes: Jesús".
Finalmente, exhortó a no dudar de la capacidad de Dios para "levantarte en este momento difícil", porque "la fe y la esperanza son cosas" que confortan y dan fuerza.
"Dios honra a los que merecen, a los que claman. Él no cambia, nada puede alcanzarte mientras Él esté de tu lado. ¡Toda la honra y la gloria al Señor Jesucristo!", concluyó.
Las fuertes lluvias elevaron el nivel del río Carangola el viernes 19 de febrero, inundando el municipio del mismo nombre en la Zona da Mata Mineira. Según Defensa Civil, esta fue la peor inundación registrada en la ciudad. Se informó que unas cinco familias quedaron sin hogar y hay decenas de damnificados.
Con el fin de ayudar a los afectados, la parroquia de Santa Luzia, a la que pertenece la capilla de Santo Antônio, informó que la iglesia matriz ha sido convertida en "punto de apoyo y solidaridad para la comunidad".