- Que a un miembro del SCV le sea confiada la tarea de referente del Figari para cualquier eventualidad y exigencia.
- Se le prohíbe conceder a los medios de comunicación, en público o en privado, cualquier declaración, además de participar a cualquier título o por cualquier motivo, en manifestaciones públicas y/o encuentros del SCV y de otra persona o institución, civil o eclesiástica.
Además, el dicasterio dispuso que correrá a cargo del SCV "toda carga necesaria para asegurar al Sr. Figari un estilo decoroso de vida, considerando las posibilidades del SCV, los recursos personales del Sr. Figari y las reales necesidades de este último".
Sobre las investigaciones
El decreto detalla que desde el 2011, el dicasterio encontró en la documentación de las acusaciones "lagunas, contradicciones y algunos aspectos poco claros" y sostiene que los medios de comunicación con "valoraciones y declaraciones contrastantes, en base a testimonios genéricos, inadecuadamente detallados y circunstanciados y de todos modos no verificados" provocaron "desorientación de la opinión pública, causando escándalo entre los fieles y obstaculizando la búsqueda de la verdad".
El dicasterio sostiene que tras evaluar la relación final de la visita apostólica determinada por la Santa Sede en 2015 y "copiosa documentación recibida", se llegó a la convicción de que Figari durante los años que fue Superior General del SCV, "había adoptado un estilo de gobierno excesiva o impropiamente autoritario, orientado a imponer la propia voluntad, no dispuesto a forma alguna de diálogo y de confrontación fraterna y sincera, ni sensible a las convicciones y exigencias de los demás, y por lo tanto, no propenso a comprender, apreciar y acoger, ni siquiera parcialmente, opiniones diferentes a las suyas propias".