Un día después de la Solemnidad del Sagrado Corazón de Jesús, la Iglesia celebra la Memoria del Corazón Inmaculado de la Bienaventurada Virgen María (sábado, 28 de junio de 2025).
La contigüidad entre ambas celebraciones expresa simbólicamente la unidad existente entre el corazón de la Madre y del Hijo; al tiempo que subraya que en María todo está siempre en referencia a Jesús. Es por eso, precisamente, que la Iglesia entiende a María como camino seguro que conduce al Señor, y nos invita a conocer mejor y amar su Sagrado Corazón.
La celebración del Inmaculado Corazón de María está vinculada a las apariciones y revelaciones de la Virgen en Fátima, Portugal, en 1917. Dijo la Virgen en una ocasión a Lucía, una de los tres pastorcitos: “Mira, hija mía, mi Corazón cercado de espinas, que los hombres ingratos me clavan sin cesar con blasfemias e ingratitudes”.
Momentos claves en los últimos tiempos
Hay una larga historia en torno a la devoción al Sagrado Corazón de María que es posible rastrear hasta los Padres de la Iglesia, y si se sigue por esa línea, claramente es también posible remitirse a la Escritura.
El siglo XIX fue un siglo muy importante en el desarrollo al culto al Sagrado Corazón de Jesús y al Sagrado Corazón de María.