Con el ritmo de himnos que llevan oración y esperanza para la nación, un grupo en el Líbano ha puesto en marcha un evento excepcional con aspiraciones históricas: un recital continuo de villancicos que se prolongará durante 170 horas ininterrumpidas, con el objetivo de batir un récord mundial e inscribir el nombre de la Tierra de los Cedros en el Guinness World Records.
La iniciativa no se trata solo de cifras ni de largas horas de canto, sino de un acto colectivo de fe y de un mensaje cultural y espiritual que proclama que el país, pese a sus heridas, sigue siendo capaz de alzar la voz con alegría.
El recital navideño se realiza en la Escuela de los Sagrados Corazones, en Kfardebian, y es organizado por Sandra Akiki bajo el patrocinio de Béchara Boutros Raï, patriarca maronita de Antioquía y de todo Oriente. Antes del inicio del gran evento, Akiki habló con ACI Mena —agencia en árabe de EWTN News—, sobre los antecedentes de la iniciativa y sus motivaciones espirituales y culturales.
Akiki, quien enseña teatro y música en la institución, describió la idea del recital como una “inspiración divina”. Subrayó que los estudiantes constituyen la columna vertebral del proyecto y destacó el fuerte respaldo de la Iglesia, tanto a nivel pastoral como diocesano, hasta Bkerké.
Dado que las normas de Guinness exigen la presencia permanente de al menos 12 personas en la sala, Akiki explicó que las diócesis ayudaron a organizar los turnos de asistencia para garantizar que el recinto no quedara vacío durante los siete días consecutivos del evento.