El Papa León XIV aprobó una nueva normativa laboral en el Ufficio del Lavoro della Sede Apostolica (Oficina del Trabajo de la Sede Apostólica) (ULSA), el organismo de la Santa Sede responsable de gestionar las relaciones laborales del personal que trabaja en la Curia Romana, la Gobernación del Estado de la Ciudad del Vaticano y otras entidades administradas directamente por la Sede Apostólica.
La reforma, establecida mediante un rescripto pontificio firmado el 25 de noviembre de 2025, introduce cambios significativos que refuerzan la representación institucional, mejoran la coordinación interna y subrayan la atención del Pontífice hacia los empleados y a la aplicación de la Doctrina Social de la Iglesia.
El documento difundido —correspondiente al nuevo Estatuto del Ufficio del Lavoro della Sede Apostolica (ULSA)— detalla con lenguaje jurídico pero preciso cómo deben tramitarse las controversias laborales en el Vaticano, reforzando garantías, procedimientos y plazos tanto para empleados como para ex empleados de la Santa Sede.
En concreto, el texto regula el capítulo dedicado a las controversias laborales, estableciendo con claridad quién puede recurrir, ante qué instancias y en qué plazos.
Reclamación posible salvo si es decisión del Papa
En primer lugar, el documento reconoce que cualquier persona que considere haber sido perjudicada por un acto administrativo en materia laboral —salvo que haya sido aprobado expresamente por el Papa— puede presentar una reclamación ante el ULSA o acudir a la autoridad judicial vaticana.