El último gran evento del Año Jubilar —que concluirá el próximo 6 de enero de 2026, solemnidad de la Epifanía del Señor— ha estado dedicado a las personas privadas de libertad en las cárceles.
Según el Dicasterio para la Evangelización, cerca de 6.000 personas —no sólo presos, sino también sus familiares, así como personas que trabajan en centros penitenciarios, capellanes y voluntarios— se han reunido en Roma para el Jubileo de los Presos.
Entre los países representados figuran Italia, España, Portugal, Reino Unido, Polonia, Alemania, Indonesia, México, Madagascar, Brasil, Colombia, Estados Unidos, Guinea-Bissau, Filipinas, Taiwán y Australia.
La cita más esperada de este último gran encuentro del Año Santo 2025 ha sido la Misa que ha celebrado el Papa este domingo en la Basílica de San Pedro.
Ante ellos, el Pontífice denunció las graves carencias que afectan a los sistemas penitenciarios, entre ellas el “hacinamiento”, la falta de “programas educativos estables”, las “escasas oportunidades de trabajo” y las dificultades personales que afrontan quienes cumplen condena.