Este 12 de diciembre, la Iglesia Católica recuerda las apariciones de la Virgen de Guadalupe al indígena San Juan Diego, un acontecimiento que marcó la historia espiritual y cultural de México y el continente americano, y que dio un impulso decisivo a la evangelización en el siglo XVI.
A casi 500 años de aquellos sucesos, así se encuentran hoy los sitios donde, según la tradición y el Nican Mopohua, ocurrieron los momentos clave del encuentro entre el santo indígena y Santa María de Guadalupe.
El Cerro del Tepeyac
El Cerro del Tepeyac, entonces una zona en las afueras de la Ciudad de México, es el lugar donde se produjeron tres apariciones de la Virgen.
Según el Nican Mopohua, relato que registra las apariciones de Santa María de Guadalupe, la Virgen eligió a Juan Diego para llevar un mensaje al primer Obispo de México, Fray Juan de Zumárraga: la construcción de un templo “en el llano del Tepeyac”.
Hoy, el Tepeyac cuenta con escalinatas, jardines y la Capilla del Cerrito, construida en la cima del cerro. Según cuenta Desde la Fe, medio de la Arquidiócesis Primada de México, este es el sitio donde florecieron milagrosamente las rosas de Castilla y donde ocurrieron las tres primeras apariciones.