El Papa León XIV aseguró ante políticos europeos que la identidad del viejo continente “sólo puede entenderse y promoverse en referencia a sus raíces judeocristianas”, si bien dejó claro que protegerlas no supone “restaurar una época pasada”.
El Santo Padre recibió en el Palacio Apostólico del Vaticano, antes de celebrar la Audiencia General, a una delegación del Grupo de los Conservadores y Reformistas Europeos (ECR) del Parlamento Europeo.
Durante el encuentro, el Pontífice dijo que “garantizar que la voz de la Iglesia, sobre todo a través de su doctrina social, siga siendo escuchada, no significa restaurar una época pasada, sino garantizar que no se pierdan recursos clave para la cooperación y la integración futuras”.
El Pontífice también matizó que la defensa del legado religioso “no es simplemente salvaguardar los derechos de sus comunidades cristianas, ni se trata principalmente de preservar costumbres o tradiciones sociales particulares, que en cualquier caso varían de un lugar a otro y a lo largo de la historia”. “Es, sobre todo, un reconocimiento de un hecho”, señaló.
Diálogo fecundo entre fe y racionalidad secular
El Santo Padre subrayó la contribución de la Iglesia Católica al proyecto europeo y recordó la necesidad de mantener un espacio de diálogo fecundo entre fe y racionalidad secular, citando las palabras del Papa Benedicto XVI en Londres (Reino Unido) en 2010 sobre el “necesario diálogo” entre ambos mundos: “El mundo de la razón y el mundo de la fe, el mundo de la racionalidad secular y el mundo de la creencia religiosa”.