Con profundo pesar, la fundación pontificia Ayuda a la Iglesia Necesitada (ACN, por sus siglas en inglés) informó la repentina muerte de Mons. Simon Kulli, Obispo de Sapë, en el norte de Albania, ocurrida el sábado 29 de noviembre a los 52 años de edad.
El prelado, cercano colaborador de ACN y una de las voces más relevantes de la Iglesia albanesa, pertenecía a la primera generación de sacerdotes formados tras la caída del régimen comunista, considerado el más ateo y represivo del siglo XX.
En un comunicado, la fundación pontificia expresó: “Hemos recibido con profundo dolor la noticia del fallecimiento de Mons. Kulli, quien fue un valioso socio de proyectos y un testimonio vivo de fe, humildad y alegría. Su servicio a la Iglesia y a su país ha sido invaluable.”
Una vocación nacida del sufrimiento de los mártires albaneses
En una visita a la sede internacional de ACN a inicios de este año, Mons. Kulli relató el origen de su vocación sacerdotal, surgida tras presenciar la primera Misa celebrada en su parroquia después de la libertad religiosa en Albania. Aquella Eucaristía fue presidida por un sacerdote que había pasado 28 años en prisión por mantenerse fiel a Cristo.
“Fue en ese momento exacto cuando sentí mi vocación. Vi a ese sacerdote, encorvado por los años de cárcel, celebrando la Misa con dificultad. Pensé que yo podía reemplazarlo”, recordó el obispo en aquella ocasión.