El Vicariato Apostólico del Darién, una “frontera desafiante” y lugar “insustituible” en la historia de Panamá, cumple este sábado 100 años de fundación, desde que fuera erigido el 29 de noviembre de 1925.
Así lo describe en un mensaje enviado para la ocasión el Arzobispo de Panamá, Mons. José Domingo Ulloa, quien se disculpó por no poder estar presente en la localidad de Metetí, donde se realizó la alegre celebración.
La región del Darién, en la frontera entre Panamá y Colombia, es conocida internacionalmente como un paso peligroso para los migrantes que buscan llegar a Estados Unidos.
“El Darién ocupa un lugar único e insustituible en la historia del país y de la Iglesia. Ha sido, desde tiempos remotos, punto de encuentro de pueblos originarios y pueblos afrodescendientes; puerta de entrada de la evangelización, frontera desafiante y, al mismo tiempo, espacio privilegiado donde la Iglesia ha testimoniado la fuerza del Evangelio”, afirma el arzobispo.
Celebrar cien años del Vicariato, indicó el prelado, “significa también reafirmar que mirar al Darién es una responsabilidad nacional, un llamado a valorar su riqueza cultural, su biodiversidad, sus comunidades, y a atender con firmeza y decisión las realidades que allí claman por justicia, paz, acompañamiento pastoral y desarrollo integral”.