El Papa León XIV envió un mensaje al encuentro mundial de La Economía de Francisco, en el que afirmó que para ser buen empresarios y economista hay que comprender “la economía divina”.
"La red de amistad y trabajo que representan es un 'no' a la resignación", ha afirmado el Papa León XIV en el mensaje que escribió con motivo de este evento que se celebra del 28 al 30 de noviembre de 2025 en Castel Gandolfo.
Tras recordar que el Papa Francisco había deseado este encuentro, León XIV afirmó: "Ustedes pueden inspirar a muchos otros jóvenes a salir de la indiferencia o del recinto de los objetivos personales y grupales, para acoger el Reino de Dios y su justicia a través de nuevas formas de amar el bien común. Se trata de reavivar los sueños, valorar la oración, el estudio y el trabajo, y pensar juntos, como verdaderas energías de renovación".
El Papa se hace eco de León XIII y dice que quiere mirar hacia "cosas nuevas", partiendo por la periferia. Cita al benedictino francés Ghislain Lafont, quien “identificó un ‘principio de pequeñez’” que, según escribió, “podría expresarse así: el motor de la historia no es el poder, sino la pobreza; o también: el verdadero cambio se produce mediante la acción de los elementos débiles”.
El Papa concluye animando a los jóvenes a “demostrar con sus vidas, sus esfuerzos y sus estudios cuáles son las incapacidades de un sistema que aumenta la desigualdad y no se preocupa por los pequeños y los débiles. Juntos, podemos acoger los sueños de Dios y ver que ensanchan nuestros sueños, implicándonos en una aventura popular en la que caen muros y prejuicios y se abre paso la paz”.
Y una recomendación: “Que vuestro trabajo incansable no sea mera acción social y esté ligado a modas pasajeras, sino que alimente el espíritu y vuelva al corazón: los Evangelios y los demás libros de la Biblia son el paisaje donde Dios aún hace oír su voz e inspira nuestras visiones, poniéndonos en diálogo con sus amigos, los protagonistas de la historia de la salvación. Seréis buenos empresarios y buenos economistas si comprendéis así la economía divina: es el secreto de tantos testigos que nos han precedido y que aún caminan con nosotros”.