Varias demandas alegan que la Arquidiócesis de Chicago (Estados Unidos) mantuvo a dos sacerdotes en el ministerio activo a pesar de años de “crecientes denuncias” de abuso sexual infantil presentadas en su contra.
Las demandas, interpuestas por el bufete de abogados Gould, Grieco & Hensley, con sede en Chicago, afirman que los responsables de la arquidiócesis permitieron que el P. Daniel Holihan y el P. John Curran continuaran en el ministerio “incluso después de que las autoridades eclesiásticas eran conscientes de sus antecedentes de abuso de menores”.
Las demandas se presentaron en nombre de estudiantes de dos escuelas arquidiocesanas, Quigley Preparatory Seminary y St. Christina Catholic School. Se alega que Holihan abusó de un estudiante varón en el ya cerrado seminario preparatorio durante la década de 1980, mientras que Curran habría abusado de dos alumnos en St. Christina aproximadamente en la misma época.
El bufete sostiene que la arquidiócesis había sido advertida sobre Holihan y Curran desde la década de 1960. Las presuntas víctimas de abuso dijeron desconocer la supuesta información previa de la arquidiócesis hasta hace poco, cuando “documentos internos previamente ocultos pasaron a ser accesibles”.
El despacho de abogados alegó que la arquidiócesis “se basó en un patrón de reubicar a clérigos con problemas conocidos en lugar de abordar la mala conducta de fondo”.
“Durante décadas, la arquidiócesis se apoyó en el secreto y los traslados, en lugar de la transparencia y la rendición de cuentas”, dijo el abogado Mike Grieco en un comunicado de prensa. “Esa estructura es la que permitió que sacerdotes como Holihan y Curran permanecieran en el ministerio durante años, poniendo a los niños en peligro”.