El Vaticano, el Estado más pequeño del mundo, posee una compleja estructura jurídica, administrativa y espiritual única en el planeta, concebida para garantizar la independencia del Papa y permitir que la Iglesia actúe libremente en todo el mundo.
Así lo explica Mons. Juan Ignacio Arrieta, secretario del Dicasterio para los Textos Legislativos, en una entrevista a EWTN News, donde detalla cómo se gobierna esta diminuta nación, cómo operan sus instituciones y qué papel desempeña la Santa Sede en el mundo.
Una estructura de gobierno única
Mons. Arrieta explica que el Dicasterio para los Textos Legislativos ―donde sirve desde hace 18 años― es uno de los departamentos que colaboran directamente con el Papa en el gobierno de la Iglesia.
“El dicasterio son los ministerios de la Santa Sede, son como los departamentos que sirven al Papa… y este se dedica a la preparación de las leyes, al cuidado de las leyes de toda la Iglesia”, afirma.
A diferencia de los Estados tradicionales, estas normas rigen en todo el mundo. “Son los cinco continentes. No son como las leyes de España, Argentina o México. Estas son leyes que hay que hacer para toda la Iglesia, con distintas culturas”, precisa.