La Iglesia Católica en Guatemala se reconoce hoy como “un pueblo de Dios renovado”, después de la multitudinaria peregrinación y Misa de envío que reunió a más de 45 mil fieles en la Plaza de la Constitución, frente a la Catedral Metropolitana.
La celebración marcó el cierre del Segundo Sínodo Arquidiocesano, un proceso iniciado en 2022 y que, según el director de comunicación del arzobispado, P. Luis René Sandoval Quinteros, buscó “revitalizar la misión de la Iglesia local” a través de un amplio ejercicio de escucha y participación.
En entrevista con ACI Prensa este 19 de noviembre, el sacerdote explicó que el Arzobispo de Guatemala, Mons. Gonzalo de Villa y Vásquez, convocó el sínodo con una “voluntad clara de promover una conversión pastoral e institucional” y para “identificar en conjunto los desafíos pastorales actuales y proyectar acciones concretas que revitalicen la misión de la Iglesia local”.
El proceso sinodal se desarrolló en tres etapas. Tras su convocatoria en 2022, el diálogo comenzó en 2023 con asambleas parroquiales dedicadas a la escucha. En 2024 se vivió una fase de discernimiento, y finalmente, en 2025 se concretaron las líneas de acción que fueron presentadas en la Misa de clausura el 26 de octubre.