Aunque el Vaticano ha emitido una nueva orientación que anima a limitar el uso de ciertos títulos marianos por la preocupación de que puedan exagerar el papel de la Santísima Virgen en la redención y la mediación, el debate intraeclesial sobre el tema ha continuado.
El Cardenal Víctor Manuel Fernández, prefecto del Dicasterio para la Doctrina de la Fe (DDF), publicó una nota doctrinal con la aprobación formal del Papa León XIV que reafirma la “colaboración única” de María en el plan de salvación de Dios, pero expresa preocupación por dos títulos empleados a veces para comunicar su papel: María como Corredentora y María como Mediadora.
Según la nota doctrinal, usar el título de “Corredentora” para explicar el papel de María “es siempre inoportuno”. El lenguaje del documento respecto al título de “Mediadora” es menos severo, pero señala que “inadecuadamente comprendida podría, fácilmente” oscurecer y hasta contradecir el papel de María en la mediación.
El comienzo del documento expone un fundamento bíblico de la cooperación de María en la salvación, comenzando con su “sí” al Arcángel Gabriel en la Anunciación hasta su presencia en la Pasión y su permanencia al pie de la cruz de Jesús.
Explica que María no es simplemente “un instrumento puramente pasivo” en manos de Dios, sino que “colaboró por su fe y obediencia libres a la salvación de los hombres”, citando Lumen gentium, la constitución dogmática sobre la Iglesia promulgada por el Concilio Vaticano II en 1964. Esta cooperación se extiende “en el tiempo de la Iglesia”.
La cooperación de María, sin embargo, nunca debe interpretarse de modo que atenúe “la única mediación de Cristo … en la obra de la salvación” o sugiera que el papel de María sea igual al suyo, según la nota doctrinal. Debido a la necesidad de “explicar el papel subordinado de María a Cristo” cuando se emplea “Corredentora”, la nota doctrinal pide a los católicos que no lo usen en absoluto.