El Papa León XIV continuó durante la Audiencia General de este miércoles con el ciclo de catequesis que se desarrolla a lo largo de todo el Año Jubilar, "Jesucristo nuestra esperanza". Lea aquí el texto completo:
Queridos hermanos y hermanas, ¡buenos días!
Creer en la muerte y resurrección de Cristo y vivir la espiritualidad pascual infunde esperanza en la vida y anima a invertir en el bien. En particular, nos ayuda a amar y a alimentar la fraternidad, que es sin duda uno de los grandes desafíos para la humanidad contemporánea, como vio claramente el Papa Francisco.
La fraternidad nace de un dato profundamente humano. Somos capaces de relacionarnos y si queremos, sabemos construir vínculos auténticos entre nosotros. Sin relaciones, que nos sostienen y que nos enriquecen desde el inicio de nuestra vida, no podremos sobrevivir, crecer, aprender.
Estas son múltiples, diferentes en cuanto a modalidad y profundidad. Pero es cierto que nuestra humanidad se realiza mejor cuando estamos y vivimos juntos, cuando somos capaces de experimentar vínculos auténticos, no formales, con las personas que tenemos al lado. Si nos encerramos en nosotros mismos, corremos el riesgo de enfermarnos de soledad e incluso de un narcisismo que se preocupa solo de los demás por interés.
El otro se reduce, entonces, a alguien de quien tomar, sin que estemos nunca dispuestos verdaderamente a dar, a entregarnos.